jueves, 19 de agosto de 2010

The Lovely Bones


Hay pequeñas cosas en la vida que te ayudan a recapacitar, a ver que todo no es tan malo. Un ejemplo de ello son las películas. Hay ciertas películas que me ayudan a ver que hay cosas muy especiales en mi vida y que las han habido a pesar de que pocas veces me dé cuenta. La última película que he visto, "The Lovely Bones", trata de una niña de 14 años muy feliz con su vida a la que asesina su vecino. Ella desde el cielo ve cómo está su familia, cómo sufre, cómo intentan luchar para encontrar a su asesino, también ve al chico que le gusta y también ve cómo su asesino esconde las pistas y se regocija en su frialdad. Ella desde su cielo lo ve todo. Esta película me ha enseñado los recuerdos tan maravillosos que puedo llegar a tener y que he tenido, y que no quisiera olvidar aunque algún día me muriese.
No quisiera olvidar lo feliz que fuí de pequeña. Inocente pero sincera.
Tampoco quisiera olvidar que parte de mi vida la compartí con mis abuelos; nunca he sabido demostrarles lo mucho que les quiero y sobre todo creo que menos a mi abuelo, ya que un día se fue y con él su alegría, sus chistes, sus adivinanzas y su modo de dormirse en el sillón en cualquier momento.
No quisiera olvidarme de mis tíos, de mis primos, de mis padres, ni de mi hermana. Puedo estar engañándome a mí misma pero sé que es cierto, porque a veces no demuestro amor por mis padres y mucho menos por mi hermana.
Tampoco quisiera olvidarme de la primera vez que amé de verdad a alguien, y que esa primera vez también sufrí como nadie. El dolor es un sentimiento difícil de olvidar.
No quiero olvidar tampoco el amor tan hermoso que sentí por Alberto y que aun no he podido olvidar del todo, y mis miles de inseguridades y pensamientos que tenía estando con él y que aun a veces sigo teniendo. Pero hay tantas cosas inolvidables... Sus palabras, sus sentimientos, su sonrisa, su alegría.

Y por otro lado, los conocimientos que he aprendido a lo largo de mi vida como por ejemplo con la fotografía. La magia de poder captar un instante y miles de recuerdos conservados.
También agradezco que exista la música. Sobre todo los temas que me hacen llorar, que me hacen reír, que me hacen recordar... En definitiva, temas que me hacen sentir.
Agradezco que exista la lluvia. Agradezco que exista el frío y el invierno.
No quiero olvidar la primera vez que pisé un salón del manga ni la ilusión que he compartido cuando he ido yendo a los que han habido.
Tampoco olvidaré mi dolor con respecto a los amigos que he tenido pero he de aceptar que hubieron buenos momentos también con ellos. Aun así, a veces las puñaladas duelen tanto que no se puede convivir con ellas, así que no queda otro remedio que buscar una solución. Por suerte creo que he encontrado a mis verdaderos amigos y amigas que me han apoyado y en parte han sabido entenderme. A veces pienso que no los trato bien o no soy una buena amiga, ellos se merecen mucho y es lo que intentaré demostrarles.

Hay muchas cosas que agradezco y de las que no quisiera olvidarme. Sé que solo tengo 20 años, casi 21, pero, ¿Y si mañana no me levanto? ¿Y si mañana ya no estoy aquí? Seguro que hay muchas cosas de las que no quiero olvidarme, que seguro recordaré luego y no las habré puesto aquí o muchas cosas que quedan por pasarme o que me quedan por vivir. Aun así, sería genial que en el futuro alguien leyese esto y quedaría como si fuera una especie de película =) xD

Es cierto, a veces creo que vivo en una especie de película de mi vida y quizás por eso debería de volver a la realidad y ver que es igual o incluso más dura. Quizás debería madurar más y comprender que esto no es una película. Esto es una película con dolor de verdad, con amor de verdad, con sentimientos de verdad.

Rukia.

Escrito la madrugada del 17 de agosto.

P.D: Si aun siguiéramos juntos hoy habríamos hecho unos cuatro meses juntos. Feliz no aniversario =)

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